sábado, 28 de febrero de 2009

El nacimiento de un blog



Hoy nace este blog
después de muchos intentos en vano por incorporarme a la blogosfera. Quizás el día haya sido una casualidad, porque podría haber sido en cualquier otro momento de los muchos que lo intenté, pero precisamente hoy escuchaba a la presidenta de nuestro Parlamento de Andalucía, Fuensanta Coves, hacer una reflexión sobre la necesidad de estar cerca de los ciudadanos y ciudadanas los diputados y ponía como ejemplo de comunicación directa los blogs. Y, será por casualidad, pero ese comentario me despertaba de nuevo el interés y me invitaba a vencer el miedo por estar aquí. Este blog que hoy comienza su andadura tiene varios responsables. Son los que poco a poco me han ido metiendo el veneno por esta blogosfera, que confieso es apasionante. Y en este debut que hoy hago quiero brindarles mi primer post. Espero no defraudar a Juanlu, a mi cuñado Miguel -capataz que ha sido capaz de decirme venga de frente en el dia de hoy- a Antonio Rull, a Xose, a mi alcalde Alfredo Sanchez Monteseirín, a Antonio Manfredi o al maestro Pepe Fernández que han sido algunos a los que siempre miré con sana envidia por cómo eran capaces de moverse en este mundo.Va por ustedes.

Como periodista he tenido la ocasión de hacer prensa, radio, televisión o gabinetes de comunicación. Ahora me introduzco en este mundo de los blogs. Qué verdad es que siempre hay tiempo para aprender algo nuevo en la vida. Y hoy me asomo a esta ventana con la misma ilusión que hace mas de 28 años publiqué mi primer reportaje en El Correo de Andalucía.

Es mi intención desgranar aqui mis opiniones sobre ciudades y personas. Escribiré mis inquietudes y reflexiones sobre una Sevilla que es capaz de unir tradición y cambio y en la que creo firmemente. Una ciudad con todas las cualidades para ser lider en este mundo globalizado. Decía Machado que "Sevilla sin sevillanos". Lamento discrepar, pero yo quiero una Sevilla con sevillanos llenos de ilusión y de ambición de progreso, con amplitud de miras y donde no tengan sitio los agoreros, sino los emprendedores.