Un estudio elaborado por la Universidad de Sevilla y el Observatorio Andaluz para la Economía de la Cultura y el Desarrollo (Oikos) eleva a 675,5 millones de euros el impacto global que la Feria de Abril de 2009 supuso para la economía de la ciudad hispalense, con lo que el evento constituyó el 3,42 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la capital andaluza el anterior ejercicio con unas repercusiones económicas 2,8 veces por encima de la Semana Santa.
La feria tiene un impacto económico de 675,5 millones, frente a los 240 de la Semana Santa y equivalente al 3,42% del PIB de la ciudad, derivado de los 36,7 millones que invierten directamente el Ayuntamiento -en concreto 6,7 millones- y otras entidades privadas, de los 158,5 millones del gasto indirecto del 1.120.000 personas que participan en ella y de los 480,2 millones de efecto inducido.
Según un estudio del Departamento de Economía e Histórica de la Universidad Hispalense presentado hoy y relativo a 2009, en la feria del pasado año participaron el pasado año 1.120.000 personas -el 65,81% de Sevilla y su área metropolitana-, con una participación media diaria de 492.924 personas, el 72,63% de Sevilla y su entorno.
De este índice, con una asistencia media de 3,4 días, 380.000 visitantes proceden de fuera y de ellos 62.500 pernoctan en hoteles y 120.500 en casas propias, de amigos o de familiares.
Los sevillanos gastan 132 euros de media por persona en toda la feria -40 al día de media- excluyendo el gasto de montaje de casetas y enganches de caballos, frente a los 300 que gastan en total los alojados en establecimientos hoteleros y los 134 del resto de foráneos, mientras que en general el gasto de una familia media se sitúa en 500 euros.
Con sus 1.047 casetas, en su mayoría familiares (526), de peñas (190) o entidades (311), y distribuidas en quince calles con nombres de toreros ilustres, la Feria formará hasta el domingo una pequeña ciudad efímera y autónoma, con todos los servicios públicos y una demanda eléctrica equivalente a la de un municipio de más de 40.000 habitantes.
A partir del martes se podrá disfrutar del paseo de caballos, regulado por el Ayuntamiento para que los carruajes no colapsen el recinto, al que sólo podrán acceder cada día 700 de los 1.400 coches de caballo con permiso, que rotarán según matrícula par o impar.
De su superficie total de un millón de metros cuadrados, incluidos sus aparcamientos, 450.000 metros pertenecen al Real de la Feria -creada en 1846- y 200.000 a la zona o parque de atracciones, la llamada “Calle del Infierno”, con más de 500 actividades feriales instaladas: 56 para grandes aparatos, 61 para instalaciones infantiles y el resto para actividades, juegos o puestos.
La feria tiene un impacto económico de 675,5 millones, frente a los 240 de la Semana Santa y equivalente al 3,42% del PIB de la ciudad, derivado de los 36,7 millones que invierten directamente el Ayuntamiento -en concreto 6,7 millones- y otras entidades privadas, de los 158,5 millones del gasto indirecto del 1.120.000 personas que participan en ella y de los 480,2 millones de efecto inducido.
Según un estudio del Departamento de Economía e Histórica de la Universidad Hispalense presentado hoy y relativo a 2009, en la feria del pasado año participaron el pasado año 1.120.000 personas -el 65,81% de Sevilla y su área metropolitana-, con una participación media diaria de 492.924 personas, el 72,63% de Sevilla y su entorno.
De este índice, con una asistencia media de 3,4 días, 380.000 visitantes proceden de fuera y de ellos 62.500 pernoctan en hoteles y 120.500 en casas propias, de amigos o de familiares.
Los sevillanos gastan 132 euros de media por persona en toda la feria -40 al día de media- excluyendo el gasto de montaje de casetas y enganches de caballos, frente a los 300 que gastan en total los alojados en establecimientos hoteleros y los 134 del resto de foráneos, mientras que en general el gasto de una familia media se sitúa en 500 euros.
Con sus 1.047 casetas, en su mayoría familiares (526), de peñas (190) o entidades (311), y distribuidas en quince calles con nombres de toreros ilustres, la Feria formará hasta el domingo una pequeña ciudad efímera y autónoma, con todos los servicios públicos y una demanda eléctrica equivalente a la de un municipio de más de 40.000 habitantes.
A partir del martes se podrá disfrutar del paseo de caballos, regulado por el Ayuntamiento para que los carruajes no colapsen el recinto, al que sólo podrán acceder cada día 700 de los 1.400 coches de caballo con permiso, que rotarán según matrícula par o impar.
De su superficie total de un millón de metros cuadrados, incluidos sus aparcamientos, 450.000 metros pertenecen al Real de la Feria -creada en 1846- y 200.000 a la zona o parque de atracciones, la llamada “Calle del Infierno”, con más de 500 actividades feriales instaladas: 56 para grandes aparatos, 61 para instalaciones infantiles y el resto para actividades, juegos o puestos.
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