martes, 14 de agosto de 2012

El barómetro y la gestión


Ha pasado algo más de un año desde que el Partido Popular barriera en las elecciones municipales de Sevilla con su aplastante resultado de veinte concejales. Un resultado que levantó enormes expectativas entre unos ciudadanos que recibían con aplausos al alcalde Zoido en la procesión del Corpus. Un año, el primer año, siempre es el de mayores ilusiones, y el de mayores posibilidades para un Gobierno. Pasado este primer ciclo el área que coordina el intrépido Beltrán Pérez encargó un barómetro de percepción ciudadana de los servicios municipales. Se supone que le seguirán mas muestras a lo largo de los próximos meses. Y la sorpresa salto a las estadísticas, a pesar de que sin duda el sondeo tenía algo de cocina.
Los sevillanos, esos que auparon a Zoido al inesperado triunfo de la mayoría absoluta consideran que la situación en la ciudad está igual que hace un año y que tampoco se espera que mejore en el próximo. El boom Zoido se desinfla en solo un año. ¿Qué pasará cuando el desgaste de Gobierno haga balance de su primer mandato? Las urnas dirán. De momento en este primer barómetro no llega al aprobado del 5 lo llevado a cabo por Zoido y su equipo de Gobierno.
De momento el culpable como ya es sabido por el argumentarlo que tanto usan los populares es la tan traída herencia de Monteseirín. Una herencia que no debe ser tan mala cuando el propio Zoido ha acabado defendiéndola, como es el caso de la Torre Pelli, o las setas de la Encarnación, lugar elegido para la famosa promoción turística de los Reyes Magos en verano; o el concurso ya anunciado por el ex alcalde socialista de darle uso de mercado gourmet al Barranco, o lo último de revitalizar turísticamente la Plaza de España. Un entorno monumental restaurado por empeño del alcalde Monteseirin y al que el entonces concejal de Presidencia y Turismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis  ya pretendía dar uso cultural y expositivo en sus dependencias. Algo que no cuajo por la poca colaboración en su momento del Ejército para ceder sus dependencias a la ciudad.
Y herencia el nuevo Palacio de Exposiciones y Congresos, ampliado gracias al tesón del anterior Gobierno local, a los equilibrios del ex gerente Felipe Luis Maestro, contra el que han usado la táctica de la difamación, tal habitual en los equipos de campaña de los populares con la connivencia de la derecha mediática. La misma que le solicitaba favores publicitarios al ex gerente. Pero el dinero de esta derecha mediática si tiene al final ideología y cuando se le presenta la ocasión se quita la careta y difama con juicios públicos el honor de las personas. Para estos adalides del periodismo local no hay presunción de inocencia nunca. Pues bien ese Palacio de Congresos también lo va a inaugurar quien más criticó su ampliación. Otra envainada como la de la Torre Pelli.
Y herencia también el Mundobasket del 2014 conseguido en época de gobierno socialista y por supuesto buen pretexto para Zoido para marcharse varios días a Londres con la excusa de promocionarlo. Por cierto el único alcalde de ciudad sede que estuvo allí. Si el viaje lo hace Monteseirín no me quiero ni imaginar la derecha mediática y política compinchada para acusar a la primera de cambio de corrupción, etc. Como aquel día del Corpus que el ex alcalde Monteseirin tuvo que abandonar la procesión para conseguir un importante contrato industrial para Sevilla. Ese día la derecha mediática lo crucificó. A lo mejor prefería que siguiera figurando y no buscar soluciones al paro.
Son muchas más las cosas que se pueden apuntar en la herencia recibida, pero el artículo quedaría demasiado largo. De momento el equipo de Zoido ha sacado de la manga un proyecto estrella como ha sido la Operación Triunfo y poco más. Ah y erradicar el Plan Centro. Una decisión cargada de demagógica que aun espera los resultados de la comisión de investigación.
En definitiva un Barómetro que viene a refrendar que Juan Ignacio Zoido no ha cubierto las expectativas. Siendo serios no se puede estar toda la vida echando la culpa a la herencia recibida, máxime cuando este año 2012 ya se ha elaborado un presupuesto totalmente acorde con las políticas de su programa electoral. Ya no caben excusas. Y el sondeo lo demuestra claramente. Los sevillanos en el primer año ya están quejosos y no aprueban a su Gobierno. 
La situación económica y el paro siguen siendo los problemas más acuciantes y de momento no se ha visto iniciativa alguna. Tan solo algunos anuncios en paradas de autobuses invitando a crear tu empresa pero que a la hora de la verdad no han conseguido poner en marcha estos proyectos.
Y la limpieza. Otro de los grandes bastiones de la campaña de Zoido. ¿Recuerdan ustedes al entonces candidato con sus leales barriendo calles? Pues ahí se quedo todo. Ha sido llegar al Gobierno y Lipasam, una empresa numerosas veces premiada desde la época de Soledad Becerril, comienza a ser cuestionada por los ciudadanos y a no prestar el servicio adecuado por su nefasta política de personal y de gestión. Excelentes profesionales de esa casa han visto como eran cesados para dar sitio a quienes había que pagar favores.
Un año largo de Gobierno popular y el barómetro viene a confirmar lo que ya se intuía en campaña electoral. La alternativa no era tal, sino que era un producto fabricado por algún medio de comunicación y sin capacitación para la gestión.
Dentro de quince días prácticamente va a comenzar un nuevo curso político. Con él llegaremos al ecuador del gobierno mayoritario de los populares. Es previsible que haya una nueva entrega del Barómetro de percepción ciudadana de los servicios prestados por el Ayuntamiento y ahí se comenzarán sin duda a encender las luces rojas sobre el futuro de la alcaldía de Sevilla y de su alcalde Juan Ignacio Zoido. Es posible que su elección como presidente del PP Andaluz sea ya un aviso a navegantes para ir preparando una salida más que digna. Durante las primeras semanas de agosto ha ejercido mas de presidente de los populares que de alcalde, salvo en su viaje a Londres donde fue cazado por Televisión Española. Las conclusiones del Barómetro lo que sí han traído de momento es la adopción de algunas medidas correctoras en su política de comunicación y en vísperas de la festividad del 15 de agosto han adjudicado al diario conservador Abc la realización de un portal de internet para que los concejales de distrito cuenten a los ciudadanos lo bien que lo hacen. Todo por la nada despreciable cifra de 230.100 euros en un año. Ya sabemos al menos cuando vale la complicidad. En el próximo Barómetro sabremos si aparte de gestionar la propaganda saben gestionar la ciudad.

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